Una ponencia de Bitartez inaugura la jornada sobre inmigración y medios de comunicación organizada por Ikuspegi en Bilbao
- La profesora Tania Arriaga-Azcarate destaca el poder de los medios periodísticos a la hora de «construir imaginarios colectivos sobre la migración»
- «En el fondo, la desinformación pretende alterar el debate público y polarizar a la sociedad», advierte la investigadora de Bitartez
El grupo de investigación Bitartez ha inaugurado este martes 20 de mayo Migraciones en el foco: narrativas mediáticas y la lucha contra la desinformación, una jornada organizada por el Observatorio Vasco de la Inmigración (Ikuspegi), en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno vasco. La ponencia inaugural ha corrido a cargo de la profesora e investigadora Tania Arriaga-Azcarate, quien ha destacado el «enorme poder» que atesoran los medios de comunicación periodísticos «a la hora de construir imaginarios colectivos sobre la migración». «De su tratamiento informativo depende, en gran medida, hacia qué lado cae la balanza: si del conocimiento y la empatía, o del prejuicio y el rechazo», ha señalado Arriaga.
En los últimos años, la inmigración se ha convertido en uno de los temas más presentes —y a menudo más polémicos— en el debate público. «Hasta hace no mucho tiempo, buena parte de la percepción social sobre las personas migrantes se venía construyendo fundamentalmente desde los medios de comunicación periodísticos. Durante décadas, estos medios han desempeñado un papel central en la forma en que la sociedad percibe y entiende la inmigración», ha recordado la investigadora de Bitartez durante la jornada, celebrada en el Bizkaia Aretoa de la UPV/EHU en Bilbao.
En este sentido, Arriaga ha señalado que «es importante revisar críticamente cómo se ha construido ese relato mediático: qué noticias se han priorizado y con qué enfoque, qué palabras se han utilizado para definir el fenómeno migratorio y a las personas migrantes, a quiénes se ha dado voz… y a quiénes no», preguntas que ha dejado en el tintero para que pudieran ser abordadas, más tarde, en una mesa redonda con las y los periodistas César Coca, Ainhoa Furundarena y Olatz Silva.
Para respaldar esta reflexión, la profesora de la UPV/EHU ha aportado resultados extraídos de las investigaciones realizadas por el Grupo Bitartez durante los últimos años. «Hemos observado que en los medios de comunicación periodísticos se han impuesto dos narrativas principales: una que vincula a los migrantes con amenazas a la seguridad, y otra más reciente que los presenta como necesarios para la economía, ambas simplificaciones que no reflejan la complejidad del fenómeno migratorio», ha advertido la investigadora.
«Nuestros trabajos reflejan que las rutinas y presiones del trabajo periodístico influyen en las coberturas de la inmigración, a menudo priorizando la inmediatez sobre la contextualización», ha señalado, antes de destacar «la falta de interacción directa entre periodistas y personas migrantes, lo que limita la profundidad y diversidad de las narrativas mediáticas».
La desinformación altera el debate público
Arriaga-Azcarate defendió, no obstante, el papel que desempeñan las y los periodistas. «Con mayor o menor acierto, los medios periodísticos de calidad nos han informado y nos informan acerca de las migraciones y los inmigrantes, desde el marco del rigor informativo que se le presupone a la profesión». Estos medios «no se inventan falsedades para vincular a las personas migrantes con la inseguridad o con supuestos privilegios sociales. Mentiras que sí podemos encontrar, en cambio, en las redes sociales y las plataformas de mensajería telefónicas, los lugares donde la desinformación circula sin apenas filtros y sin responsabilidad profesional», recordó la profesora.
«Las redes sociales, las aplicaciones de mensajería telefónicas y las grandes plataformas digitales han provocado una explosión de contenidos de muy diversa calidad, lo que dificulta la identificación de información veraz, generando incertidumbre entre la gente», ha recordado Arriaga-Azcarate. La desinformación no es siempre fácil de identificar, «porque suele reemplazar la verdad por la verosimilitud, mezclando informaciones falsas con verdaderas para construir un relato engañoso, pero aparentemente creíble», ha explicado la investigadora de Bitartez.
«En el fondo, lo que busca es alterar el debate público, polarizar a la sociedad y minar la confianza en las instituciones democráticas», ha precisado, antes de plantear algunas preguntas a los integrantes de la segunda mesa redonda, en la que participaron Natalia Díez (Maldita.es), Juan José Igartua (Universidad de Salamanca), Patricia Macías (PorCausa) y Okba Mohammad (Revista Baynana): «¿Quiénes son los actores que se encuentran tras la desinformación?, ¿qué intereses los mueven?, ¿qué podemos hacer desde el periodismo, desde las universidades y desde la educación para hacer frente a la desinformación?», se ha preguntado la investigadora de Bitartez.
En su opinión, «frente a la desinformación que criminaliza a las personas migrantes y erosiona la cohesión social, necesitamos reforzar el compromiso colectivo con una información veraz, ética y libre de estigmas, y fomentar la alfabetización mediática de la ciudadanía como herramienta clave para reconocerla y enfrentarla».